Esta soy yo, son mis pensamientos, mis ilusiones, mis sueños en definitiva, os presento mi mundo, que espero que os guste y seáis muy felices en mi pequeño rincón de la fantasía y la magia...

jueves, 23 de abril de 2015

LOS MÍOS ESTÁN TRISTES



LOS MÍOS ESTÁN TRISTES

 Jueves noche, día de salir al pintxo- pote ( en los bares con la consumición te ponen un pintxo). Un día amable entre semana preludio del fin de semana, pero me había enfadado con mi novio y estaba en casa bastante aburrida. Había comenzado a leer el libro " Un nuevo amanecer", que con tanto cariño me había mandado mi amiga Kary, la autora, en cuanto salió a la venta y una frase llamó mi atención.

 "Logré ver el brillo de mis ojos al maquillarme frente al espejo, ahora entendía cuando decían que una mujer después de hacer el amor lucía radiante".

 Dejé el libro a un lado y me dirigí al espejo de mi habitación. Me miré detenidamente y tuve que dar la razón a mi amiga. Yo no estaba radiante. Los míos estaban tristes. 
Tenía que tomar una decisión, quedarme apenada y triste en casa era una pérdida de tiempo y mis ojos merecían brillar y ya lo creo que iban a brillar. 
Me duché, me puse monísima y salí a la calle a comerme el mundo. Ligué con un chico guapísimo que era perfecto para mis planes, aunque no tenía mucha conversación, tenía un cuerpo de escándalo, y por primera vez en mi vida lo llevé a mi casa en cuando acabó la fiesta. 
Tuvimos sexo salvaje. (otro mes os cuento los detalles...). Acabamos agotados. 
A la mañana siguiente mi cabeza latía como si el corazón hubiese subido hasta allí arriba y cuando me acerqué al espejo, lo que vi no fue que mis ojos brillasen, ni mucho menos, apenas podía fijar la vista en ellos pero lo unico claro era que, seguían sin brillar.
Frente a aquél espejo llegué a una gran conclusión.
No me hicieron el amor, no fue más que sexo y eso no hace resplandecer a una mujer ni a sus ojos. 
Me duché para quitarme esa sensación de suciedad, desayuné y me dispuse a leer el libro, aunque fuese una historia inventada, había amor.

 ISABELLE LEBAIS